¿Cómo hacen las velas?

En la actualidad sólo usamos velas en contadas ocasiones, cuando hay un corte de luz por problemas en el suministro de electricidad, o para ambientar una velada romántica, la vela era en la antigüedad uno de los objetos más usados a lo largo y ancho del mundo, no sólo porque era la única manera de alumbrarse en la noche, sino porque proporcionaban calor si se juntaban en grupos dentro de una misma estancia.

¿Cuáles son los tipos de velas?

-Velas de té: Son las que vienen en un recipiente de aluminio y duran entre unas cuatro o cinco horas. Tienen la ventaja de que no ensucian y son aptas para los quemadores de perfume. No dan mucha luz, a menos que se agrupen.

- Velas flotantes: Son aquellas velas pequeñas como las de té pero que son idóneas para sumergirlas en agua mientras se queman puesto que flotan. Tampoco dan mucha luz, pero al poder mantenerse sobre los líquidos que reflejan su llama, permiten crear ambientes esotéricos con una atmósfera particular. Su duración es de unas cuatro horas.

- Velas de candelabro: Son las alargadas de toda la vida y su forma permite acoplarlas a candelabros. En las tiendas especializadas, se pueden adquirir este tipo de velas con una talla especial, lo que dará un toque inesperado a las mesas más tradicionales. Duran unas dos horas.

- Velas de columna o pilares: Más anchas y altas que las anteriores, en algunos países son conocidas como velones, dan luz durante horas y horas. Al ser tan gruesas, no hay muchos candelabros que permitan aguantar su peso, pero quedan ideales sobre un recipiente con el fondo cubierto de arena, piedras o pequeños objetos.

- Velas decorativas: Aquí agrupamos todas las que nos faltan: las que llevan hojas entre la cera, las talladas, las incrustadas, las de diversos colores, las de varias mechas… El límite es la imaginación del que fabrica la vela, ya que existe la posibilidad de perfumarlas y disfrutar de los más agradables aromas mientras se consume la mecha.